Después de varias semanas de escribir sobre lectura digital, de comentarios sobre aplicaciones, formatos de libros digitales, la configuración básica de una aplicación para lectura de libros digitales y algunos puntos alrededor del tema, seguimos en el ring, en esta ocasión con un tema reflexivo y ecológico.
¿cual es elección más ecológica?
Algunos años atrás, cuando se anunció la muerte del libro físico; hubo fanfarrias de parte de los fanáticos de las nuevas tecnologías, ya se preparaba el campo de batalla para las posteriores guerritas entre ambos mundos; hubo caricaturas, todavía no eran llamadas “memes”, aparecieron algunos estudios estadísticos apoyando el punto, se habló de la caída de las ventas de libros de papel, sonaron alarmas en la industria librera y luego vino la revancha de los libreros, los bazares y las librerías; no pasa nada, dijeron, y así fue. Después, se dijo que los dispositivos digitales no habían enraizado en las preferencias de los lectores y que los libros de papel habían retomado el liderazgo en las ventas.
Después se dijo que ambos mercados habían tenido variaciones y que había un repunte en ambos casos, las ventas de ambos aumentaron paulatinamente y ambos mercados se fortalecieron, lo que trajo consigo un aumento en la demanda de los materiales que se usan para fabricarlos, un crecimiento de la industria para transportarlos y también en los medios para empaquetarlos y almacenarlos.
¿Cuáles son las principales consideraciones ambientales? para saber si los lectores electrónicos o los libros de papel son más eco-friendly, hay una gran lista de cosas que se pueden considerar, aquí tomaremos algunos, no todos, porque no acabaríamos.
Vamos a la fabricación por ejemplo: para producir un dispositivo electrónico, llámese ereader o tableta o movil, se dice que se extraen mas o menos 14 kilos de materiales, algunos tóxicos, que luego se depurarán y se irán manufacturando hasta convertirlos en componentes minúsculos, parte de un entramado electrónico de menos de 200 gramos, en casi todos los casos; en todo el proceso se utilizarán hasta 300 litros de agua. Un libro físico hecho de materiales reciclados puede llegar a utilizar medio kilo de papel reciclado en el menor de los casos y un litro de agua. sin embargo, se calcula que para producir una tonelada de papel “nuevo” es necesario talar entre 6 y 9 árboles adultos, una tonelada de papel sirve para hacer unos 500 libros o unas 700 revistas; extrapolando esa cantidad a la producción anual de la industria librera estamos hablando de muchos arboles talados y mucha agua utilizada en el proceso.
Luego viene la cuestión de los emisiones contaminantes, el uso de procesos que involucran compuestos químicos y sustancias tóxicas, en el caso de unos y otros, se habla de sustancias que causan asma, contaminan el medio ambiente y aumentan las emisiones de gases que aumentan el efecto invernadero y otras cosas. El transporte, en los dos casos puede ser por avión, tren, automóvil, barco o automóvil y requiere la quema de combustibles fósiles , por lo que pocas compras literarias se puede decir que no tienen efectos a nivel contaminante. Quizá las compras que se hacen a pie…
Así podríamos seguir, de hecho, es posible encontrar mas puntos para continuar debatiendo. Ambos sectores defenderán los puntos positivos de su elección, en cierto modo, en esta época hiper industrializada, es casi imposible encontrar algo que no tenga impacto ambiental de un modo u otro. se habla de una cultura del reciclado para reducir los efectos de todos estos procesos; reciclar papel, preferir libros hechos de materiales reciclados, consumir libros de uso, fomentar el intercambio de libros usados, reutilizar componentes, luchar contra la obsolescencia mediante el mantenimiento preventivo y correctivo de los dispositivos a fin de evitar que sean desechados después del primer uso. la cosa, en términos de ayudar al medio ambiente, también, es buscarle.
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