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Inicia el año y comienza la presión por empezar a cumplir la lista de cosas por hacer y hay toda una colección de chistes y memes en torno al tema, todos muy aplicables, reconocibles y algunos hasta parte de la realidad nacional, la mayoría de ellos enfocados en el incumplimiento casi inmediato de las listas de propósitos, llenos de humor, reflexivos, irónicos y todos muy cínicos; desde el meme del “paquete gym por un día, que incluye foto de la persona junto a las máquinas de ejercicio, otra foto con un instructor fortachón y una botellita de agua” hasta el de “yo quería comenzar la dieta pero se me atravesó la rosca de reyes”.
La semana pasada hablábamos de incluir en esas listas de propósitos algunos orientados a mejorar, a incentivar y apoyar la lectura y la formación de nuevos lectores; donación de libros, revisión de libreros, reflexión acerca de hábitos de lectura personales, establecimiento de alguna rutina para acercar a otros a la lectura, cosas así. El año inicia y mas que presionarse, sería bueno ir pensando como mejorarse, al menos en cuanto a la lectura se refiere.
Hay por ahí un hilo en twitter de un personaje del mundo de los libros que presumió haber leído alrededor de 300 libros en el año 2020, dando gracias a la pandemia y al encierro y al aislamiento por haberle creado las condiciones para lograr semejante hazaña; por supuesto, después de tales declaraciones se generó toda una controversia en torno al tema; incredulidad, mofa, burlas, ironías, felicitaciones, peticiones de seguidores para que muestre la lista de libros leídos y haga sugerencias de cuales de esos son los más recomendables para leer, algunas peticiones burlonas pidiendo explicaciones acerca del proceso mediante el cual pudo leer algo así como un libro completo por casi cada día del año, sugiriendo entre líneas si los libros son de 100 hojas o menos. Mas allá de chistes e ironías se debe conceder el beneficio de la duda y aceptar la posibilidad de que realmente haya conseguido leer realmente 300 libros en un año.
No se trata, aclaro, de ponerse a emular de modo obsesivo este esfuerzo lector, tampoco de ponerlo como listón ni como ejemplo para los lectores, del tipo que sean. En todo caso es una muestra de lo que se puede hacer, solamente. Cada lector debería de proponerse sus metas particulares y sus objetivos como lector en este año que comienza; cada lector debería aprovechar el comienzo para analizarse a sí mismo y proponer sus rutas de mejora, todo con una mirada honesta a su realidad; desde lo que puede hacer, los tiempos que realmente destina para leer y los espacios que su vida cotidiana le permite de verdad abstraerse en la lectura y en la reflexión que se desprende de los libros y los ebooks, así también establecer si es posible, un presupuesto para adquirir nuevos materiales de lectura, sean estos nuevos o de uso, pensando asimismo en vías adicionales para procurarse lecturas y acompañantes en estos mundos de las letras; grupos en linea que comparten materiales, ideas, opiniones y libros digitales, grupos de mensajería digital donde se comparten libros, clubs de lectura en linea y grupos de lectores en redes sociales.
Mas sencillo aún, hacer una lista pequeña de los 5 libros que se quiere leer antes de que llegue la primavera e intentar cumplirla. Con eso se puede comenzar, con eso, se puede ir cumpliendo la meta de ser un mejor lector. Baby steeps, pasitos de bebé dicen los estadounidenses; pian pianito dicen algunos mexicanos. La cosa es ir buscando como mejorar y como seguir leyendo.
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