Librophonia; A propósito de la fecha

En estos mundos de la lectura y sus multiples senderos, leer sobre temas históricos, en los terminos que se elijan, es una buena fuente de entretenimiento y conocimiento; para algunos, en apariencia, pudiera ser fuente casi segura de tedios y enredos; para otros, que eligen el camino de la historia novelada, es un deleite continuo y con toda seguridad un iniciador de conversaciones muy extensas, sobre todo cuando se coincide con otros adeptos a ese tipo de lecturas. De cualquier modo, leer sobre temas históricos siempre es una fuente de cultura general y es casi seguro que habrán muchos buenos detalles, anecdotas y curiosidades sobre la parte de la historia de la que se elija leer que se desconocerán cuando se inicien las primeras aproximaciones y que, con la mente abierta y con paciencia proporcionarán buenos momentos y muchas sorpresas al lector.

En esta ocasión, que coincide en fecha con una popular celebración nacional, en el caso de México, con algo de atrevimiento y despojados de toda pretensión definitiva como expertos en temas históricos, ofrecemos al lector, una pequeña lista de libros en torno a la fecha que hoy, 15 de Septiembre se conmemora, aclarando que no todo es serio, ni formal ni estrictamente académico:

Lease, si gusta “Historia de México desde los primeros movimientos que prepararon su independencia en el año de 1800 hasta la época presente” de Lucas Alamán y “Cuadro histórico de la Revolución Mexicana, comenzada en 15 de septiembre de 1810 por el ciudadano Miguel Hidalgo y Costilla” de Carlos María de Bustamante. Estos son materiales escritos por personajes que podriamos definir como testigos presenciales y participantes en el acontecimiento histórico. Narrativa y Analisis de primera mano sobre los hechos, la situación social en ese momento y las razones que llevaron al levantamiento armado. Se puede aproximarse, con perspectivas mas de nuestro tiempo y mucho más académicas, al punto, dandole una leida a “El proceso ideológico de la revolución de independencia” de Luis Villoro y “Arma la historia” de Enrique Florescano (coordinador), este ultimo en algún momento localizable en las aulas de educación básica.  El primero estudia las ideas que impulsaron la independencia mientras que el segundo retoma la independencia como primer paso para la construcción de la nación mexicana con un tono un poco más informal pero muy ameno.

En un tono irónico, pero no falto de rigor, Paco Ignacio Taibo II  escribió “El cura Hidalgo y sus amigos”, una serie de viñetas, muchas de ellas de alrededor de dos cuartillas,  Se advierte que NO ES UNA HISTORIA DE LA INDEPENDENCIA MEXICANA, son historias breves, poco solemnes y que levantan preguntas y aportan datos mundanos, cotidianos y hasta cínicos, que en conjunto crearon un libro que, para el lector de mente abierta es, imperdible. para los defensores de las versiones oficiales, es una especie de bofetada en el rostro; para muestra el siguiente texto:

“La conspiración imposible. Los conspiradores de la independencia eran un grupo de hombres y mujeres con pocas artes en el asunto de conspirar, un grupo de confabulados amateurs, provincianos, que suplían con el ardor de las palabras, la fortaleza del verbo en las tertulias chocolateras, sus habilidades para preparar una revolución. De ese grupo contrastaba el infatigable Ignacio Allende, un oficial viudo y buen jinete de cuarenta y un años que había conectado y armado una red de militares subalternos y paisanos a lo largo de todo el centro del país.”

Por ultimo y no por eso menos importante, se recomienda darle un buen vistazo a Los Bandidos de Río Frío, una novela monumental por su extensión, por su cantidad de personajes (se pueden contar alrededor de 200 a lo largo de sus páginas) tambien llamada la grán novela costumbrista mexicana, que retratra a la sociedad mexicana de finales de la década de 1810 a finales de la década de 1830, sus mitos, religión, hábitos, complejos y prejuicios. Esta es una aproximación documental, dicen algunos y otros tantos la siguen tildando de folletín histórico, en el caso que sea, es una buena forma de aproximarse no tanto al hecho histórico, sino como señalamos lineas arriba, a una visión de la sociedad, del pueblo.

Hay más, se puede encontrar en una busqueda en linea toda una lista de novelas basadas e  inspiradas en el hecho; historias noveladas, estudios serios y textos basados “en”. La idea no es abrumar al lector ni pecar de presunción. Lea usted del tema si le es grato, si le es atractivo, al final, como toda lectura, debe ser un gusto, un placer y no una imposición.