Librophonia; de como desanimar a alguien para que NO LEA (parte 2)

Retomamos las ideas de las dos semanas anteriores, reiterando que este tema es ampliado (y puede seguir siéndolo durante algún tiempo) y está dedicado para alguna mamá o papá, para una maestra o dos o tres; que en algún momento platicaron, comentaron, aportaron ideas. Es es un punto de vista personal, reflexivo y no pretende ser definitivo, tiene seguramente errores de apreciación y sesgos académicos, NO ES parte de alguno de los manuales en torno al fomento a la lectura y está sujeto y dispuesto a recibir criticas de los que si le hacen a esas cosas, también a los sectarios y a la intelectualidad en general. aclarado lo anterior, una vez más, ahí va la idea ampliada y en este caso siguiendo la linea de la semana anterior.

Planteamos en semanas anteriores ideas básicas; las primeras aproximaciones a la lectura pueden ser en el entorno familiar, la afinidad puede venir del ejemplo de familiares, el ejemplo arrastra, pues. también que este escenario puede presentar la variante adversa, contraria pues y que puede conducir incluso a la negación, a la aversión a la lectura. De eso se trata esta segunda lectura, de como es que se desanima a alguien para que no lea, para que no quiera leer o para que no le interese o no le encuentre sentido a la afición a leer. En este caso, de como se desanima fácilmente a un pequeñito, lo cual además es un acto un poco cruel, crueldad en la que, por otro lado, es muy fácil caer de modo inadvertido y a veces hasta involuntario.

El hermanito, el hijo, el primito, el pariente pequeño que todos tenemos, un día expresa curiosidad por un tema, digamos los dinosaurios, le gustan los dinosaurios, tiene uno o varios dinos de juguete, se emociona por los dinos en la televisión, encuentra una caricatura de dinos y se divierte bastante. El paso lógico y que muchos siguen es conseguirle un libro sobre dinosaurios, o varios, muchos si se pone esplendida la cosa. Pero aquí es donde la situación se tuerce:

Consiga libros sobre dinosaurios, de esos altamente didácticos, como esos donde se expliquen los periodos de la historia geológica de la tierra con amplitud y mucho rigor científico, que al fin los peques de ahora ya traen chip del sistema nacional de investigadores y seguro han de saber que el periodo Silúrico es parte del paleozoico y por supuesto que van a comprender que el carbonífero fue una época de fuerte orogénesis provocada por la formación del supercontinente Pangea y que las etapas Paleocénicas tuvieron muchos cambios y movimientos tectónicos y demás. Alguno donde explique todas las ramas paleobotánicas presentes en las etapas jurásicas y una completísima taxonomía de los saurópsidos con sus particularidades paleontológicas individuales y blablablá. Consiga además algunas cintas educativas en flamante VHS o en DVD de esos de RTC donde se amplíe el tema de forma audiovisual.

¿Que las películas de Parque Jurásico están basadas en los libros de un señor de apellido Crichton y que posiblemente requieran lectura asistida? parfavaaaar, dele los libros al chamaco y póngalo a leer, enojese cuando se aburra o pregunte algún término complejo. ¿que la ingeniería genética es complicada? ¿que la ficción científica incluye términos un tanto difíciles? ahí está el buscador o mejor, pregúntale a tu madre (o a tu padre, dependiendo si es usted una u otro).

Olvídese de esos libruchos de dibujos para colorear de dinosaurios caricaturizados que traen pequeñas explicaciones muy sencillas de entender para los niños, también deje de lado esos que traen infografías a color sobre cada especie de dinosaurios muy bien explicadas, ¿ese libro para niños de kinder con un dinosaurio de plástico que puede ser desarmado en sus elementos morfológicos para que el infante pueda conocer como se piensa que era la biología de un dinosaurios? pfff, ¡por supuesto que no!. Nada de libros con dibujitos, infográficos, ilustraciones ni nada para colorear. Póngase enérgico.

Y por supuesto, sorpréndase cuando el niño deje los fabulosos y súper interesantes libros que usted le consiguió y se vaya a jugar con sus dinos de plástico y jamás vuelva a acercarse a un libro por todo el estrés que usted, en su afán de ilustrarlo y emocionarlo, le causó (muchas veces, hay que decirlo involuntariamente). Repetimos, si lo suyo es desanimar a un posible lector infantil para que huya de los libros y de los mundos dentro de ellos, aunque sean temas tan emocionantes como los dinosaurios, es cosa nomás de buscarle.

Y por favor, sonría, este, igual que el de la semana pasada, es un texto en clave de ironía.
Aquí tratamos de que todos disfruten la lectura, del tipo que sea. Defendemos que los niños lean libros con dibujitos, ilustraciones y textos acordes a su entendimiento (ojo, que los niños no son tontos, trátelos con dignidad cuando se trata de leer, acompáñelos, ayúdelos, asistalos y fomente la lectura en ellos.)