Librophonia; de presupuestos

De las primeras cosas que hay que tomar en cuenta cuando vamos a una librería una es el asunto del dinero, hay que rascarse el bolsillo, hurgar en la cartera, en la bolsa; ir a una librería o a un bazar a comprar un libro es un gasto, si, pero es un gasto a menudo minúsculo comparado con otros gastos hormiga presentes en nuestra vida cotidiana.

Ir a una librería es, para muchos, un lujo, un desperdicio de efectivo, una perdida de dinero a lo tonto; para otros, es un placer culposo, semejante a ir de compras a “esa tienda de moda”, a la tienda de gadgets tecnológicos o a las plaza comercial; equivale a llegar a casa y sentarse en el sofá y contemplar las bolsas de marca con orgullo y algo de culpa.

Pero haciendo números simples, es mas una inversión que una perdida.

Has cuenta del total de refrescos en lata o en pet que consumes al mes, cuenta las cajetillas de cigarrillos (o los sueltos que vende la doñita de la cajita) que consume por semana; revisa el total de cafés de marca por quincena; has visto cuanto consumes en antojitos compulsivos mensualmente? …

Revisa si estos los tienes apiladitos en casa o si los puedes reocupar, si puedes tomarlos de nuevo, si puedes emocionarte en la contemplación de ellos nuevamente…

La verdad es que no, te los tomas, los fumas, los comes, los desechas y ahí termina el gasto…

Para los que comparan estos gastos hormiga con el gasto que supone entrar a una librería o a un bazar a comprar un buen libro les propongo hacer un comparativo de costos y beneficios, aclaro, no se trata de entrar en polémica sobre la salud y los vicios y demás; es simple porcentaje, un libro, usado, por ejemplo, podría costar lo mismo que un tamalito y un atole; uno nuevo, en algunos casos el precio de un par de boletos de cine y unas palomitas de maíz.

Además, un libro lo puedes volver a leer y a releer y luce realmente bien en un librero en tu sala y si no tienes librero, también se puede conseguir alguno, para eso hay bazares (en este caso, de muebles usados).

Porque estamos hablando de libros,  no siempre nuevos, a veces, de uso.

Compara tus gastos, echa cuentas; un gustito de vez en cuando, un librito de vez en cuando también.