Librophonia; libros anhelados y libros conseguidos.

Desde que empieza su andar entre libros y libreros y bazares y librerías, todo lector ha tenido un libro particularmente dificil de conseguir, un libro muy especial que siempre ha querido tener en sus manos y por ende en su librero personal; este libro en particular por alguna razón se convierte en una pequeña obsesión que como todas esas pequeñas cosas, se mantiene en la cabeza y en la lista de cosas por conseguir a lo largo del tiempo. Este libro o libros, porque se dá el caso de que no sea unicamente un libro, sino varios, incluso un listado pequeño o amplio en algun caso, de todo tipo de materiales de lectura, se vuelve “algo” que de algún modo no termina por ser adquirido o no es encontrado en librería o bazar o sitio de libros. El origen de esto, que comienza como una sencilla ilusión y que poco a poco se convierte en un anhelo y luego en una ferrea obsesión (aunque ningun lector lo aceptará) es por lo general algo simple; un prestamo desinteresado de un amigo lector, un hallazgo en una biblioteca escolar o pública, una lectura ligera en casa de algún conocido o en una sala de espera (si, hay salas de espera que tienen libros y no solo viejas y deshojadas revistas) e incluso una leve hojeada en una sección de libros en algúna tienda departamental o en una librería o bazar. De ahí, podemos afirmar es que se planta la semillita de este deseo.

Pueden pasar años antes de que esto crezca en la mente y en los deseos del lector o puede ser que de inmediato, la idea de tener su copia personal del libro en cuestión aparece y ya no se vá.

En la mayoría de los casos el lector tratará de conseguir “ese libro” en la edición que sea, de bolsillo, rústica, de pasta dura o en una de esas ediciones omnibus o del tipo “lo mejor de”, empero, en casos más extremos, la idea se plantará hondamente en la lista de deseos del lector y será un caso de conseguir una copia de la misma edición, del mismo estilo y entonces si se podría hablar de algo rayano en la obsesión e incluso en la excentricidad. El tiempo hará jugar al lector bajo sus reglas, lo mismo que el poder adquisitivo y muchas veces el azar hará de villano taimado, inesperado y burlón en el sendero de esta busqueda. Habrá en toda historia de este tipo un momento en que el lector encontrará su libro siempre deseado en algúna vitrina, en algun exhibidor o en una mesa; reluciente e incitador, oloroso a nuevo y con sus hojas inmaculadas y casi se podrá escuchar una musiquilla seductora o un coro angélico burlón y por esas casualidades crueles, justo en ese momento la terminal de pago electrónico no funcionará o el efectivo disponible en la cartera no será suficiente o las prisas de la vida harán que la anhelada reunion del libro deseado y el lector se deba posponer: “paso mañana”, “regreso mas tarde”, “al ratito vuelvo” y por una o por otra razón esa reunión se irá retrasando hasta que, al volver, resultará que ya no está a la venta el libro en cuestión. Todo conspirará una y otra vez; frustrando los intentos del lector por hacerse con su ejemplar apreciado y su deseo se aplazará, la idea, eso si, no se irá de la mente, hasta que, en algún momento inesperado el libro aparecerá en una mesa de remates, a un precio ridiculo y hasta en paquete o podrá darse la situación de que, hurgando en una montonera polvosa en un bazar, asomará una copia exacta del libro que hizo nacer la ilusión, a un precio muy humilde y así, despues de toda una vida o de unos cuantos años, el lector tendrá su libro siempre deseado.

El que esto escribe puede fungir de testigo de al menos tres casos en torno al tema; el libro que fué leído en las aulas universitarias como parte de una antología fotocopiada y que años después llegó a las manos del profesionista en una edición de lujo, el libro prestado en una tertulia y que muchos años después fué adquirido por el beneficiado del prestamo en saldos junto con otras obras del mismo autor y el mas curioso de todos, el libro que fué leído en una versión electrónica y con traducción castellana cuando aún no había edición oficial en español y que un díá fué ofrecido en remate por un librero frustrado de no poder vender las pocas copias que tenía. En todos los casos, la ilusión del lector se complió y eso, al final es el encanto de este mundo de letras y libros, el momento en que un libro anhelado llega a las manos del lector que siempre quiso tenerlo.