Librophonia; los libros que (pienso) si son necesarios

Hace poco hablamos de esos listados del tipo “los (inserte numero) libros que leer antes de morir” y de como varían en cuanto a números, autores, públicos meta, momentos de la vida y hasta por necesidades específicas; hablamos de como estas listas pueden ir variando de país en país y de idioma en idioma; de que hay libros considerados universales y otros que son considerados esenciales en cada idioma que la lista en cuestión sea generada. Comentamos, de paso, las formas en que estas son presentadas: listado convencional, lista con sinopsis, infografía y otras más y de como, puede un lector desprevenido, llegar a ser sepultado por los múltiples resultados que arrojará una busqueda en internet sobre el tema. Al final, después de mencionar algúnos que pudieran ser considerados en toda lista de este tipo y empezar a participar de las polémicas que siempre se generan en torno a este tema se recomendó a los lectores que hagan un contraste entre varias de estas listas y de ahí, generen la propia y disfruten de la lectura.

Al margen de estos listados, que se supone son “recomendados” y que en la mayoría de los casos terminan siendo recomendaciones un tanto viscerales, cuando no nacionalistas y pretendidamente intelectuales, el que esto escribe, piensa que hay algúnos libros que si podrían ser considerados necesarios, no tanto como para formar parte de una intelectualidad, sino para contribuir a formar una personalidad y para afianzar nuestra humanidad. Aclarando que esta es una lista que incluye cosas que no necesariamente podrian ser libros, quizá folletos, quizá manuales. pero que son lecturas que podriamos considerar “necesarias” para cualquier persona.

Sin orden, se puede mencionar a la constitución política del país desde donde se esté leyendo esto; las razones son simples, todo ciudadano debe conocer sus derechos y sus obligaciones y las cosas que su carta magna dicta y ampara. Otro libro (que puede tomar forma de un folleto) es la declaración universal de los derechos humanos, las razones son similares y conviene aqui hacer el comentario de que todos, en algún momento hablamos de “que están violando los derechos”, pero… ¿realmente los conocemos? ¿sabemos que cada derecho conlleva una obligación?, por ello, se hace necesario leer al respecto. Un manual de primeros auxilios, que lo mismo tiene forma de libro, de folleto o panfleto puede ser un buen aporte a las lecturas básicas de todo ser humano; conocer los rudimentos de estos temas puede servirnos a la hora de ayudar a alguien lastimado o con alguna emergencia médica básica, una cuestión de humanidad y de solidaridad. Otro más puede ser un manual de urbanidad, sin caer en esnobismos ni en pretenciones. El manual del vehiculo automotor que conduzca el lector, si es que tiene, la mayoría de las motocicletas tambien cuentan con alguno, quizá no provisto por el vendedor, pero muy localizable en el internet; la mayoría de los usuarios de vehiculos jamás lo tocan, pero contiene información sobre la configuración inicial, el calendario de mantenimiento de la unidad, los tipos de liquido a utilizar en específico, presión de neumáticos, indicadores de tablero y sus significados reales (no, la E de la gas no es de “Echale), consejos para manejar mejor e incluso detalles de la garantía del vehiculo (cuando es nuevo). En esta misma linea, si conduce usted otra lectura muy necesaria es el reglamento local de transito, que toma forma en la mayoría de los casos de un pequeño librito, muy util no solo para discutir con los agentes de tránsito sino tambien para saber todo lo que hay que respetar y tambien para no permitir abusos de la autoridad en esos temas. En la ocasión anterior mencionabamos a la Biblia como participe de muchas de las listas, ampliaremos el punto y diremos que mas que la Biblia, sería recomendable que cada quien leyera o al menos conociera los contenidos básicos del libro sagrado del culto personal que profese, como formación espiritual y tambien como lectura de interés (quiza). Otro más podría ser los estatutos laborales o los reglamentos pertinentes al lugar de trabajo de cada quien (si señor@s, eso existe, aunque la mayoría no lo conoce), para saber de sus derechos, de sus procedimientos y de sus obligaciones como trabajador, si son dependencias nacionales o empresas privadas, el tamaño de los mismos varía de unas cuantas hojas o un folleto bien armado a uno o dos libritos pequeños en el caso de algunos sectores públicos. Aquí en este punto podriamos incluir algún manual de cocina, porque en estos tiempos la alimentación no es solo temá de un género, sino una obligación personal. Quizá podriamos mencionar un manual de protección civil, un libro de historia nacional básico (como lectura de formación cultural), un manualito de ortografía simplificado (que buena falta hace en estos tiempos del uso indiscriminado de la K y la X) y otros más, ya en un listado que puede irse volviendo aún mas personal, segun la apreciación de cada lector.