En todos los casos, que ya hemos comentado, cuando se trata de llevar un libro a la pantalla de cine hay un gran trabajo de por medio, toda una industria que recibe un producto muy depurado de parte de otra gran industria y en el camino o se crean grandes producciones cinematográficas con su correspondiente legión de seguidores (que llegan a adoptar gentilicios propios; warsies, trekkies, ringers, tolkenitas, sumisas, etc.) y toda un negocio de marketing en torno al asunto. Del otro lado quedan bodrios, monstruos del cine que nadie entiende, frankensteins visuales (como cuando un guion pasa de estudio a estudio y de director a director) y cosas “raras” que ocasionalmente llegan a volverse “de culto”, termino que según algunos se utiliza para disfrazar el desconcierto general frente a algo que no está mal, pero no es tan sencillo entender o bien, que se usa piadosamente para disfrazar que nadie le entendió realmente pero tiene méritos indiscutiblemente artísticos y técnicos mas allá de su pobre desempeño financiero.
En estos asuntos de las adaptaciones de libros al cine, siempre sale a relucir un género en especial, la ciencia ficción que casi desde el inicio del cine fue material de trabajo de los cineastas; aqui se podría iniciar una enorme, gigantesca discusión respecto al punto, pero es innegable afirmar que lo que originalmente fue considerado “fantástico” en términos modernos o contemporáneos es, por méritos propios, ciencia ficción. Nos referimos a Le Voyage dans la Lune (El viaje a la luna) de 1902 dirigida por Georges Méliès e inspirada por los trabajos de Julio Verne y H.G. Wells.
Después de eso surgiría todo tipo de películas basadas en libros del género; mucho material destinado al público juvenil e infantil, sobre todo en la primera mitad del siglo XX, en los años de la posguerra se realizarán tambien buenas películas basadas en libros clásicos del genero e irán surgiendo autores contemporaneos que harán del cine de ciencia ficción una industria “seria”; se adaptarán obras de Anthony Burgess (la naranja mecánica por Kubrick), Frank Herbert (dune, por Lynch), H.G wells (con varias adaptaciones de la guerra de los mundos a lo largo del siglo XX y una serie para streaming en este siglo), Stanislaw Lem (una muy controvertida Solaris por Tarkovski), Pierre Boulle (la serie de planeta de los simios que incluye varias películas, una serie de televisión y una nueva zaga ya en este siglo XXI), Arthur C. Clarke (la increíble 2001: a Space Odissey de Kubrick) Richard Matheson (Soy Leyenda y sus varias adaptaciones entre las que se incluye una de Charlton Heston y otra con Will Smith), Robert Heinlein (Starship Troopers de Verhoeven), William Gibson (con Johnie Mnemonic y un joven Keanu Reeves), Brian Aldiss (Inteligencia Artificial), Isaac Asimov (el Hombre bicentenario, Yo robot y se anuncia una adaptación para streaming de su saga Fundación) Phillip K. Dick (Blade Runner con Harrison Ford, al menos parcialmente se dice, también El vengador del futuro, Minority Report, Scanner Darkly, una pieza en rotoscopía, una pieza de arte casi) y más, la lista puede seguir y seguir.
Mas contemporáneos y por tanto quizá mas “conocidos” por el publico en general podemos mencionar los libros de Cormac McCarthy (la carretera, una extraordinaria película con Vigo Mortensen), Hiroshi Sakurazaka (All you need is kill, que dió lugar a Edge of Tomorrow con Tom Cruise), Suzanne Collins (los juegos del hambre, las tres), Max Brooks (la criticada Guerra Mundial Z con Brad Pitt), Orson Scott Card (el juego de Ender, que no gustó a muchos), P. D. James (los hijos del hombre, de Alfonso Cuarón) y algunas otras que ya hemos mencionado en las tres entregas anteriores de este tema (distopías juveniles por ejemplo). Podríamos afirmar que este genero es una vaquita muy productiva para el cine (hablando un poco peyorativamente) y que día a día se anuncian nuevas adaptaciones basadas en libros del tipo, por decir algo en este año se esperan adaptaciones de Arthur C. Clarke (cita con Rama), Joe Haldeman (Guerra Eterna, que sigue anunciándose desde 2015), Frank Herbert (la nueva versión de Dune, muy esperada y ya odiada por algunos sabelotodos tan solo ver el trailer) y mas, siempre hay más.
Las nuevas tecnologías aplicadas al cine han hecho posibles grandes cosas, visualmente hablando y cada vez más cosas pueden hacerse. se valdría soñar, pensar que grandes libros de la ciencia ficción podrían adaptarse para cine. ¿usted ya pensó cuales de sus libros favoritos del genero se verían bien en la pantalla grande? sea cual sea, reiteramos la recomendación, No compare, vea la película como un complemento del libro, como un universo expandido; si uno de los dos no le gusta, pase de ello, como con los libros de su biblioteca. Disfrute con palomitas y/o café.
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