La poesía, Siempre con prejuicios, acusada injustamente de aburrida, rodeada de un sentimiento de tedio y resentimiento. Para muchos, esa incomodidad tiene origenes escolares, para otros despierta recuerdos de épocas románticas donde la base de los coqueteos fue el plagio de versos y frases ajenas. Mas allá de todo eso, la verdad es que la poesía es un género literario con mucho que dar, muchas cosas interesantes, vertientes y expresiones muy divergentes, cada una de ellas cada vez más interesante, mas curiosa de ver, de leer, de escuchar. Al punto que se quiere llegar es que la poesía tiene posibilidades infinitas, mas allá de lo que nos enseñaron en las aulas, punto que por cierto, hemos repetido yá anteriormente y que es necesario machacar una y otra vez, como mantra para quitarle su mala fama al género, cegarse ante estas novedades, ante estas nuevas formas de expresión poética es perderse toda una gama de placeres estéticos y de otras maneras de aproximarse y disfrutar de la poesía. Claro, al final, esta aceptación, como todo lo novedoso, como todo lo diferente, será lenta.
En este mundo nuevo, hiperconectado, con una realidad líquida según algunos y otros, que incluso hablan de algo más difuso, mas cambiante que un liquido, la poesía, al igual que el arte en general evolucionan, continuan su rumbo exploratorio de todos los modos posibles, contaminandose o manteniendose tan “limpio” como sea posible, configurando, adaptando, acomodando sus mundos propios, expandiendo sus posibilidades. probando y descartando y al final creando. En los nuevos caminos creativos, se integra a otras disciplinas artísticas; el teatro, la escultura, la pintura y lo visual (de la que ya hemos mencionado un ejemplo: el caligrama), la música y el sonido; de estas convergencias, de estas interacciones surgen las llamadas acciones poéticas, los poemas objeto, los poemas sonoros, el slam poetry y la spoken word (que por ahí se dice dió origen a lo que posteriormente se conocería como rap y hiphop).
De esos mundos nuevos de la poesía, en esta realidad online, podemos conocer mucho, no solo de nuestro entorno inmediato, de nueva realidad local, sino de sitios en todo el planeta; la hiperconectividad nos proporciona acceso a expresiones, actividades y a las presentaciones de creadores poéticos de practicamente todo el mundo. Una busqueda digamos superficial en redes sociales nos mostrará que en casi toda ciudad hay un círculo de poesía slam o un nucleo de practicantes de la spoken word y en la mayoría de esos casos tendrán a disposición de todos, su particular memoria en video de sus presentaciones, de sus encuentros. Tipeando esos mismos términos en sitios como Youtube, Vimeo, Metacafé se podrá presenciar en vivo o grabado, trabajos del mismo estilo de todas partes del continente o en otros idiomas, del resto del mundo. Buscando, excavando se podrá encontrar en esos mismos lugares testimonios visuales de acciones poéticas, de happenings, de performances donde la poesía estará presente. En cualquier buscador se podrá acceder a sitios donde habrá ejemplos de poemas objeto y en sitios especificos se podrá encontrar colecciones enteras de poesía sonora (y de paso se podrá participar en el debate en torno al tema, que por un lado establece una serie de reglas para que una poesía sea denominada de ese modo y por el otro se habla de que “cualquier” poema grabado en un soporte físico, eléctrico o electrónico automaticamente adquiere dicho status). Por supuesto que en linea podrá usted acceder a librerías, sitios personales y blogs donde se puede adquirir ejemplares en físico de poetas de todo el mundo y donde tambien se puede descargar material del tema en formatos electrónicos y ¿quien sabe? quizá en una de esas búsquedas encuentre algúno de esos ejemplos del llamado net-art, tan de moda al inicio de la red, que se dedican a explorar las posibilidades de la poesía en terminos electrónicos y digitales. Todo es posible, la realidad se amplió y las posibilidades de exploración y de creación de la poesía se ampliaron y continuan ampliandose todo el tiempo. Se puede afirmar, sin dudas, que lo que sea que esté creandose en torno al tema, nos asombrará a todos, tan solo es cosa de darle tiempo y oportunidad a la poesía, de ser leída, escuchada, vista y presenciada (en vivo o de manera asíncrona).
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