Librophonia: las redes sociales y los libros

En este vicio bonito de leer por el puro gusto, sin presiones por el trabajo o por la escuela, es decir, sin ánimo de lucro, con frecuencia se llega al punto de no tener un libro más para leer porque uno a uno, todos los libros en nuestro estante o en el buró han sido leídos (algunos incluso releídos varias veces) y es cuando se decide adquirir un libro; a veces nuevo o de uso. pero la cosa es tener algo nuevo para leer. Ocurre también que esa cosquillita a veces es solamente una recaída en la práctica bibliómana llamada tsundoku que es acumular libros y más libros, aún cuando no se ha terminado de leer el libro en turno o incluso se tienen varios libros a medio leer.

Entonces se comienza a armar el itinerario para ir a la librería preferida o al bazar o al localito de libros usados donde siempre se encuentran buenos libros, a precios muy adecuados y todo lo que llega a convertir a un local de libros en el preferido de cada lector; empero, ocurre que por una cosa o por otra, esa visita no llega a concretarse. El trabajo, la vida diaria, la rutina, los imprevistos y en estos tiempos de pandemia, primero el confinamiento y luego los horarios comerciales restringidos y todo contribuye a que no se pueda acudir por ese nuevo libro para el librero de cada quien.

Es ahí cuando las redes sociales se ha convertido en una nueva opción para adquirir libros. Hay que aclarar que en este caso se habla de libros en formato físico, no libros digitales, de los que ya también hemos comentado que es muy común encontrar en redes sociales, conseguibles en páginas, en grupos, en clubs de lectura. Libros de papel, con su pasta dura o blanda, nuevos o usados. de esos estamos hablando.

Marketplace y los grupos de venta en el libro de las caras, los tweets de la comunidad del pájaro azul, algunas cuentas de la camarita, algunos de los canales del tube; en todos esos lugares se puede ir rastreando el libro que buscamos o simplemente se desliza entre los anuncios, entre los posteos, navega uno entre las reseñas en video o avanza uno entre fotos y fotos y poco a poco se encuentran opciones de compra de buenos títulos, a veces se encuentran viejas ediciones de libros interesantes, poco conocidos, alguna que otra edición artesanal, incluso fanzines en tiradas miniatura, algunos youtubers ofrecen sus libros o la recopilación de sus técnicas o de sus ideas (como es el caso de los expertos en algúna temática particular, que al tiempo que hacen videos aprovechan para ofrecer su libro a la venta ahí mismo, en su canal de videos). en todos los casos se dá la opción de seguir, de ser notificado de las novedades en ese lugar en particular y así, en nuestro timeline, en el newsfeed, en nuestra lista de posts iremos recibiendo los nuevos anuncios, los nuevos posteos, las nuevas opciones para comprar libros.

En estos tiempos de adaptación a la vida digital, de hibridación de la vida y de la interacción, muchos libreros y muchas librerías, no solo las cadenas comerciales, sino también los pequeños espacios, los esfuerzos de emprendedurismo lector y los bazares de libros usados han ido migrando o integrando las redes sociales como medio para ofrecer sus productos impresos. Es solo cosa de navegar por esos espacios, es cosa de tener paciencia para ir rastreando para encontrar listas completas de ofertas de libros, de uso y nuevos, en estado perfecto o con “detalles” que es un eufemismo muy de uso en el mundo de las ventas digitales para expresar que el articulo puede estar maltratado, manchado, doblado o con marcas de uso, lo que a los ojos de un lector empedernido no siempre resulta ser un punto negativo, sino que a veces le confiere cierto encanto extra al libro. Y así, con un poco de paciencia y tiempo, navegando en las redes, en los grupos de venta, en los posteos, puede ir encontrando vendedores de libros, algunos incluso con servicio a domicilio, en otros casos con disposición para encontrarse en puntos intermedios o que hacen envíos por paquetería (cuando se trata de sitios ya confiables o de cierta reputación). Ya solo es decidirse por uno o por otro libro y contactar al vender y consumar la compra y a poco, recibir un nuevo libro para seguir leyendo (o acumulando, si es usted un devoto practicante del Tsundoku).

De este modo, muy por encimita, podemos ver, que las redes nos ayudan, cuando de conseguir un nuevo libro en papel se trata, con paciencia y con tiempo, la cosa, como siempre, es buscarle.